El sábado 27 de setiembre del 2008 amaneció muy diferente para mí. Eran las 06:30 AM (generalmente los sábados me levanto bien tarde) cuando mi hermana menor, muy asustada toca mi puerta para decirme que le estaban pegando a mi Graciosa.
Me desperté y salí volando a buscar una jarra y llenarla con agua, no me quedaba otra, si se estaba peleando, la única salida que he tenido siempre fue echarles agua. Pero cuando salí a la calle mi Graciosa ya regresaba a casa muy lentamente.
Dos boxer, hembra y macho, le habían dado de alma. La hice pasar y lo peor vino después, su ojo izquierdo estaba sangrando, eso fue lo que ví de primer momento. Me eché a llorar, estaba desesperada, no sabía que hacer. Llamar al veterinario, pero si a esa hora ni abren aún, por Dios que no sabía que hacer, salí a la puerta para buscar a la dueña de los perros, ella creo ya me estaba esperando e inmediatamente me preguntó si le habían hecho algo, le dije q sí, que el ojo de mi Graciosa estaba sangrando.
La señora, muy alta ella, vino a mi casa, se acercó bastante a la cara de mi Graciosa y me dijo q no era el ojo si no al costado y efectivamente, Gracias a Dios, era debajo del ojo. Ella le quiso limpiar pero no se lo permití, temía que mi perra como estaba alterada le podía morder, además sus perritos estaban afuera de mi casa y mis perras le ladraban igual.
La señora me consoló, me dijo varias veces que no era el ojo y yo le creí. Le dije que yo le limpiaría que no se preocupara, ella se fue y yo empezé a limpiarle, le retiré la sangre con algodón y agua, encima de mi llanto y el dolor que sentía mi Graciosa.
Ella muy tierna se echó en mis piernas, necesitaba cariño y no me quedaba otra que abrazarla.
Pero ahora debo reconocer que Graciosa fue la que inició todo, mi hermana menor vió lo que sucedió. Graciosa le atacó a la hembra y vino el macho y le agarró por el cuello y ahí empezaron a atacarla los dos. Bueno qué puedo hacer.
Hablé con ella casi todo el día, es que se la pasa echada, no camina mucho, entiendan que es viejita. Le digo, "niña por qué eres así, si no buscabas el pleito, nada te hubiera pasado".
Como digo al inicio, ayer sábado fue diferente, la Graciosa me dio una mañana diferente, ojalá que nunca más vuelva a suceder algo así. Ella ya no está para esos trotes.
Me desperté y salí volando a buscar una jarra y llenarla con agua, no me quedaba otra, si se estaba peleando, la única salida que he tenido siempre fue echarles agua. Pero cuando salí a la calle mi Graciosa ya regresaba a casa muy lentamente.
Dos boxer, hembra y macho, le habían dado de alma. La hice pasar y lo peor vino después, su ojo izquierdo estaba sangrando, eso fue lo que ví de primer momento. Me eché a llorar, estaba desesperada, no sabía que hacer. Llamar al veterinario, pero si a esa hora ni abren aún, por Dios que no sabía que hacer, salí a la puerta para buscar a la dueña de los perros, ella creo ya me estaba esperando e inmediatamente me preguntó si le habían hecho algo, le dije q sí, que el ojo de mi Graciosa estaba sangrando.
La señora, muy alta ella, vino a mi casa, se acercó bastante a la cara de mi Graciosa y me dijo q no era el ojo si no al costado y efectivamente, Gracias a Dios, era debajo del ojo. Ella le quiso limpiar pero no se lo permití, temía que mi perra como estaba alterada le podía morder, además sus perritos estaban afuera de mi casa y mis perras le ladraban igual.
La señora me consoló, me dijo varias veces que no era el ojo y yo le creí. Le dije que yo le limpiaría que no se preocupara, ella se fue y yo empezé a limpiarle, le retiré la sangre con algodón y agua, encima de mi llanto y el dolor que sentía mi Graciosa.
Ella muy tierna se echó en mis piernas, necesitaba cariño y no me quedaba otra que abrazarla.
Pero ahora debo reconocer que Graciosa fue la que inició todo, mi hermana menor vió lo que sucedió. Graciosa le atacó a la hembra y vino el macho y le agarró por el cuello y ahí empezaron a atacarla los dos. Bueno qué puedo hacer.
Hablé con ella casi todo el día, es que se la pasa echada, no camina mucho, entiendan que es viejita. Le digo, "niña por qué eres así, si no buscabas el pleito, nada te hubiera pasado".
Como digo al inicio, ayer sábado fue diferente, la Graciosa me dio una mañana diferente, ojalá que nunca más vuelva a suceder algo así. Ella ya no está para esos trotes.
